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“CON LA RADIO ESCUCHO E IMAGINO” por FERNANDO BEHAR (Cordobá, ARGENTINA)

Una nota desde Argentina sobre un proyecto con Radio Butiá

“CON LA RADIO ESCUCHO E IMAGINO”

                                                                           “El ojo (en general) es superficial, el oído profundo e inventivo.

                                                                               El silbido de una locomotora imprime en nosotros

                                                                                                                                     la visión de toda una estación”

Robert Bresson, Notas sobre el cinematógrafo


La infancia como lugar privilegiado en el cual la imaginación puede desarrollarse requiere de espacios y elementos para que ello suceda. Existen diferentes vías para desarrollar la imaginación en las niñas y niños: jugar solo, jugar con otros, jugar con objetos, dibujar, pintar, expresarse corporalmente, leer y contar cuentos, jugar con instrumentos musicales, escuchar y cantar canciones. Estas vías de desarrollo conviven desde hace algunos años con tecnologías vinculadas principalmente al mundo audiovisual: pc de escritorio, pc portátiles, tablets, smartphones, smart tv, consolas de juegos.

Generación X

De hecho se conoce como Generación X a quienes nacieron junto a estas tecnologías, y como “nativos digitales” a sus usuarios consumidores. Tales tecnologías comparten la posibilidad de conectarse a Internet y de consumir contenidos originados apenas instantes antes de navegar por la red de redes. Así podemos nombrar como ejemplos las plataformas Youtube o Netflix como las de mayor uso en la actualidad, a las cuales les podemos  agregar los juegos on-line, especialmente los del tipo supervivencia ampliamente difundidos y utilizados por adolescentes, preadolescentes e incluso niños de menor edad.   Pero sucede que estas tecnologías van ampliando su uso temporal al interior de los hogares.

 

Mas allá de la imagen 

¿Cuántas horas por día las pantallas permanecen encendidas en nuestras casas? ¿Cuánto tiempo diario destinamos al consumo de contenidos audiovisuales? ¿Cuánto tiempo destinan los niños y niñas a dicha actividad? ¿Será que la convivencia de aquellas vías de desarrollo de la imaginación con los contenidos audiovisuales terminan siendo, en realidad, una supremacía de estos últimos? En ciertos ámbitos ya se habla de la “adicción a las pantallas”. Al respecto la psicopedagoga Liliana González y el pediatra Enrique Orschanski sostienen que a consecuencia de ello “hoy asistimos a una caída del pensamiento simbólico que es el que permite fantasear, crear, representar, inventar” (González, Orschanski, 2011, p.55). Agregan que las pantallas “convocan a percibir, asociar, conectar, pero no a representar” (González, Orschanski, 2011). El desarrollo del pensamiento simbólico, pilar fundamental en la construcción de subjetividad, requerirá ofrecer un abanico de propuestas que se constituyan como una alternativa al mundo de los estímulos audiovisuales. Nuestra infancia no debería tener como única alternativa a la imagen que inunda cada espacio público y privado por el que transita cotidianamente 1.

Alternativas en las cuales el sonido de voces, de instrumentos, las palabras y el silencio se hagan presentes son necesarias para conformar el universo representativo de los niños y niñas. Al estar ausentes estas alternativas, o en un plano que con suerte podríamos llamar subterráneo en comparación con los estímulos audiovisuales que emergen por todos lados, asistimos a un proceso de adultización precoz, por infancias breves o, lo que es peor, por infancias que tienden a desaparecer.

Volver a “instituir lo infantil de la infancia”

Devolver la singularidad, construir subjetividad es una tarea que como adultos nos corresponde ofrecer a los niños y niñas. Carlos Skliar2 habla de volver a “instituir lo infantil de la infancia”. Por ello el presente proyecto que consiste en brindar un recurso sumamente valioso en el terreno de lo simbólico: la radio.                       Pero es a la vez un recurso que permite integrar las TIC, ya que, en este caso, es una emisora web. Y si aún queremos agregarle bondades al presente proyecto quizá la más importante es que se trata de una emisora web “programada con canciones y contenidos diversos para la infancia de los integrantes del Movimiento de la Canción infantil Latinoamericana y Caribeña, dirigida a niños y niñas, familias, educadores y centros educativos”3.

Escuchar  e Imaginar

Hablamos específicamente del portal Radio Butiá. Una radio con posibilidad de escucharse en la escuela, en el hogar, en el auto, en todo lugar donde exista un dispositivo con acceso a Internet. Utilizando las TIC como un medio para devolver recursos que la infancia hoy tiene vedados, principalmente la canción infantil pensada desde y a partir del mundo infantil.

Para que en la casa, en la escuela, en el auto, en el teléfono de mamá y papá circule música y contenidos pensados para la infancia, elementos que quizá por desconocimiento o por no ser productos fáciles de conseguir lejos de las grandes urbes, no se hacen presentes en la vida familiar. Y al no hacerse presentes, al no estar, se suplen por elementos que pertenecen al mundo adulto.

 

Una nueva ventana

¿Cuántas canciones del mundo adulto, con lenguaje explícitamente adulto               – léase también sexual –  suenan sin ningún prejuicio a toda hora en los hogares, en los autos, en los comerciales de tv? ¿Cuánto acceso tienen nuestros niños y niñas al mundo adulto?

Opuestamente, ¿Cuánto acceso tienen al mundo infantil? Jean Jaques Rousseau nos ilumina aquí con una potente frase: “la infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir; nada más insensato que pretender sustituirlas por las nuestras”. Para que a partir del mágico mundo de la radio, aggiornada a nuestra era digital, ella forme parte de la infancia. Para disminuir el uso excesivo de pantallas.4 Para compartir en familia. Para devolver la infancia a los niños y niñas y brindemos así elementos para el desarrollo de su subjetividad. Para todo ello, propongo abrir una nueva ventana: Radio Butiá acompañando la vida de nuestros estudiantes.

                                               Porque CON LA RADIO ESCUCHO E IMAGINO…

                                                                                    www.radiobutia.com

FERNANDO BEHAR

Córdoba , ARGENTINA

Soy Fernando Behar, docente de música en nivel inicial, primario en el Instituto Dante Alighieri y en nivel secundario y superior en la Escuela Normal Superior Arturo Capdevila de la ciudad de La Falda, Pcia. de Córdoba. Intento, desde los lugares que transito difundir, compartir y preservar la música para la infancia, para que nuestras niñas y niños accedan al derecho a disfrutarla. Porque como dijo un alumno de 8 años en alguna clase ellas y ellos tienen el derecho a disfrutar de la infancia «porque hay una sola…»


1 Lo que redunda es la imagen en supremacía al estímulo sonoro. Es común ver en bares y restaurantes, en oficinas públicas, en hospitales, etc. pantallas encendidas que en muchos casos ni siquiera tienen volumen. Esto ha permitido que el estímulo sonoro pierda centralidad y, a consecuencia de ello, cuesta establecer espacios de audición. En la escuela resulta difícil lograr espacios de silencio para poder escucharnos. Más difícil resulta poder escuchar atentamente una canción de apenas tres minutos con todos los integrantes de un grupo clase. El valor del silencio y de la escucha se ha perdido y debemos reencontrarlo ya que es parte fundante de la comunicación, del poner en común con el otro. Y también permite contemplar el mundo del cual somos parte: hay un universo sonoro que nos acompaña cotidianamente al cual le prestamos poca o nula atención sin darnos cuenta. Resultan valiosos los aportes investigativos realizados por el compositor y pedagogo musical Raymond Murray Schafer que buscan revertir esta tendencia.

2 Carlos Skliar es un investigador y escritor argentino, especializado en literatura, pedagogía y filosofía. Se desempeña como Investigador Principal del CONICET de Argentina, y del Área Educación de FLACSO. Es reconocido internacionalmente por sus aportes pedagógicos, filosóficos y literarios al campo de la educa- ción.

3 BRUM, JULIO. Radio Butiá. https://www.radiobutia.com [Consulta 23 de marzo de 2019]

4 Los profesionales de la salud recomiendan un uso máximo diario de 2 horas de pantallas, agregando que dicho uso debe estar alejado de las horas de comienzo de sueño.

La exposición a pantallas tiene una notable influencia en los mecanismos que inducen al sueño. De acuerdo a la programación genética, el sueño natural ocurre en los humanos a partir de la secreción interna de una sustancia llamada melatonina. Esta se asocia a la desaparición de la luz natural: el sol cae, aparecen las sombras y la melatonina aumenta; surge la sensación de sueño (…) Pero en reali- dad vivimos rodeados de luces artificiales, que mantenemos encendidas hasta mucho después de la caída del sol. Es posible afirmar que la secreción de melatonina comienza unos treinta minutos des- pués de apagada la última luz (González, Orschanski, 2011, p 81-82).

Dormirse con pantallas implica pues descansar menos que dormirse alejado de ellas.